jueves, 31 de enero de 2013

Escondite.


Las cosas  son más complicadas de lo que parecen. No tiene sentido tratar de entender a alguien que aún no puede entenderse a sí mismo; y resulta ridículo inclusive, el hecho de que siquiera yo me puedo entender a mí mismo ¿porque pretender comprender a un ser ajeno? ¿Qué gano con esto? 

Yo no sé porque, pero quiero saber todo de vos. 
Quiero saber tus miedos, amores, catástrofes y sueños; quiero recorrer tu mente y leer tus pensamientos. 
Yo necesito saber en donde estás y donde quisieras estar.
Ya no es suficiente conocer tu cuerpo, ahora voy por tu alma. Quiero atraparla en un frasco de cristal y jamas dejarla, deseo tenerla a mi disposición, contemplarla y contemplarla. 
Tus ojos humedecidos por recuerdos rancios, tus labios secos y el pelo descolorido; observo en silencio y mi mirada se llena de regocijo. Necesito toda tu miseria para llegar a tu belleza, tu belleza interna. Dentro, dentro, bien profundo, se que yace algo que ningun humano jamás podrá comprender, y yo quiero entender que es eso; porque a tu lado no soy humano, soy un simple conjunto de átomos flotando en el vacío que buscan con desesperación ser parte de algo, y vos, sin dudas sos ese algo.

domingo, 27 de enero de 2013

Habar con el niño que alguna vez fuiste; despedirse de la fantasía, aceptar la hipocresía.

Ya no te queda nada más por decir o hacer, sin embargo, eso no significa que te quedes en silencio o inmóvil; porque de hecho, lo más seguro es que empieces a gritar cosas sinsentido, tratando de tapar tu falta de consistencia con un tono elevado.
No te culpo, pero es tu culpa que te hayas quedado sin argumentos. No me culpes, pero es mi culpa haberte dejado expuesto.
Expuesto en la intemperie, solo, desnudo ante la nada y ante el todo, enfrentando la inmensidad con tu insignificancia. Perdón por no poder ayudarte, pero yo ya no puedo meterme en tu cuerpo; tu alma es demasiado fría e indigna para semejante hazaña.


Yo sé que te he decepcionado, y que jamás entenderás porque hice y hago todas estas cosas a las que siempre te opusiste, a las que siempre le temiste. Pero es que tu mente es muy pequeña para entender, y aunque tu corazón es grande para perdonar, sé que no lo harás. No podes perdonar semejante aberración, siquiera tu mente puede procesar como es posible que yo haya llegado hasta acá.
Siempre hablo de vos, hablo de tus sueños y esperanzas, hablo de tu ingenuidad, de tu inocencia, de tus ocurrencias. Siempre. Y parece que fuera un sueño lejano, un cuento de hadas. Pero no es así, el cuento ya no es de hadas, es de la terrible realidad, que no conoce otro final que uno gris y amargo.
A veces desearía que no fuera así, pero no es más que desear. Jamás tendría las agallas que vos si tenés para enfrentarme a la realidad.
Recuerdo que vos no le temías a la realidad, por el simple hecho de que vivías en la realidad que querías, hacías lo que te parecía bien y siempre estaba bien. Era tan simple, como envidio tu simpleza.
No tengo nada más que decir que adiós, aunque amaría una eternidad a tu lado, ya no puedo ser vos. Hace años que te perdí, años en los que yo mismo cabe una tumba para sepultarte. No estoy seguro quien de los dos esta bajo tierra, lo único que sé es que vivimos en mundos apartes; y el mío se esta desmoronando.
Vos siempre tuviste la respuesta, y a mí lo único que me quedan es preguntas. Me despido sin saber quien soy, dependiente de mi pasado, melancólico, y sin rumbo alguno .
Me despido porque sé que nunca fui digno, perdón por no ser el grande que vos dijiste que ibas a ser. Rompí tu promesa, enceguecido por las vacías promesas del mundo que nunca entendimos.

jueves, 17 de enero de 2013

Fire at will.

De a poco las llamas se consumen la evidencia, tal como la culpa lo consume a él. 
Niega sus penas y trata de esconder su miedo detrás de un vaso de vino blanco. No le queda más que hacer eso y esperar. 


Eventualmente todo cae en su lugar. Supongo que por eso él le teme a la gravedad. 
Nadie quiere saber lo que se merece, pero en el fondo lo saben. Y él lo sabe, él sabe que merece ese sufrimiento inhumano que lo carcome desde adentro, él sabe que merece las noches sin dormir y la sensación de vacío en su cabeza. 
Él merece cada segundo de humillación, cada minuto de desesperación y por sobre todo, el hecho de no poder mantener el control. 
Su más grande error fue pensar que él podría manejar todo con frialdad, que él podría cubrir sus huellas en la nieve y salir impune. Su más grande error fue entregarse a las voces de su ego, esas voces que se silenciaron luego de que él tomará conciencia de lo sucedido. 

Él no tiene más refugio que estar seis metros bajo tierra. Sin embargo se rehúsa y busca otra salida. Piensa y piensa, ve las llamas arder; contempla el fuego como sabiendo que a él le espera lo mismo: arder en el infierno. 
Sin embargo, él sigue pensando que hay una salida ¿Una salida para el infierno? Imposible, pero él ignora esto, o más que ignorar lo niega. Se entrega deliberadamente a la locura, mientras busca una salida. 
Y ya es muy tarde para advertirle que no debería temerle al infierno, pues ya esta viviendo en él. 

Las llamas lo envolvieron como una madre a su niño recién nacido. 
Las llamas se lo devoraron como Saturno a sus hijos.
Las llamas fueron su única compañía por el resto de la eternidad. 

Strange.

Dos extraños se encontraron y se amaron. Y volvieron a convertirse en extraños.




miércoles, 16 de enero de 2013

La última rosa blanca.


La lluvia riega la única rosa blanca que queda en nuestro jardín. Es una lástima que tal belleza se pierda en el caos. Hace meses que nadie se detiene a verla, años que nadie se acerca a embriagarse con su perfume.
Esa rosa blanca, crece y crece; se marchita y vuelve a renacer. Es un ciclo hermoso de principio a fin, pero nadie parece capaz de comprenderlo.
Pero al rosa no se detiene por el siempre hecho de que nadie la admire, ella sigue y sigue, por el placer miso de seguir y seguir.
Con las personas no es igual, las personas se marchitan y muy pocas vuelven a renacer. La mayoría se conforma con sus pétalos secos, tirados el el barro, empapados de mugre y lluvia. Otros buscan el Sol, de la manera que sea, lo buscan; eso no significa que lo encuentran, pero por el simple hecho de buscarlo, encuentran distintas maneras de florecer.

Florecer y convertirse en una flor del mal.
Florecer y adornar una tumba.
Florecer y quedarse estancada en medio de un pantano.
Nadie dijo que florecer sería algo bueno, pero es mejor que marchitarse sin pena y sin gloria. Es mejor que revolcarse en la miseria propia y ahogarse en lágrimas. Es mejor que simplemente dejar la vida pasar por delante.

Calma antes del atormento.




Es una paz única la cual invade mis ojos, e inunda mis pensamientos de libertad al observarla.
Ella juega con las nubes en el cielo, sin levantar sus pies de la tierra; y al caminar, las rosas no tiene más opción que rendirse ante su belleza. Es como si el universo conspirara para que ella brillará, radiante y pura.

Su voz es dulce como el néctar de una flor silvestre, su perfume es celestial, y me pregunto: ¿Qué podría salir mal?
El tiempo hará que me trague mis palabras, que me atragante y muera instantáneamente. Lo sé; el destino es muy cruel.

martes, 15 de enero de 2013

Sleep tight.


Su cuerpo sin vida se recuesta en el sofá. Ella sigue respirando, pero hace años que está muerta.
En su mente no hay nada más que teorías conspirativas en su contra y sueños en donde ella no puede hacer otra cosa que ahogarse.

Trate de meterme dentro de tan delicada y siniestra cabezita, pero ella jamás me lo permitió ¿Cómo va dejar que otro vea el caos que ni ella es capaz de entender?

Su habitación huele a café y desesperación. El insomnio se hace presente en una cama a medio tender, y libros de autores que murieron la década pasada. Y no hay mucho más que eso que ver, todo lo demás se encuentra bajo llave.

Ella oculta todo, es un fobia inexplicable a que alguien sepa algo sobre su identidad. ¿Negación? ¿Manipulación? ¿ Cinismo? No lo sé, y no tengo ninguna evidencia para sacar conclusión alguna. Más que la falta de evidencia, claro esta.

Leer silencios, observar espacios vacíos, es a veces un recurso muy valioso. Miles de palabras se desprenden de un silencio. Así como miles de demonios se callan con un grito sofocado.
Pero debo admitir que no sé más que ella esta muerta. Y quizás nunca descubra la causa de tal tragedia.