martes, 15 de septiembre de 2015

Midiendo el miedo.



Escuche que la vida es como una montaña rusa,
y yo siempre le temí
a las alturas,
a la gravedad,
a la realidad.
a despertar después de la caída,
 tangible y concreta.
El asfalto que sofoca la tierra,
y desde arriba no es más que un plano gris.
al  silencio que amenaza,
haciendo evidente lo débil y frágil
que el cuerpo es.
A la piel que envuelve a los huesos.
A la carne que esconde y oculta
lo que pudimos ser... pero no fuimos y tampoco seremos.
A las cosas que lloramos.
El miedo son lágrimas que riegan más miedo,
tan sólo para que florezcan
 las semillas de un árbol al cual no podremos subir.
Porque la vida es un árbol alto, muy alto
... y siempre le temí a las alturas.