Todo junto, un cóctel de emociones que jamás podría tragar sin vomitar mi mente antes de que pase por mi garganta y desate el nudo que reside en ella.
Nudos. Muchos nudos.
Muchas cuerdas en mi cuello, adentro y afuera. Todo lo que diga está mal. Todo lo que piense es aún peor.
¿Qué hago?¿Qué es suficiente para vos?
Tengo 7 días para terminarlo, no es suficiente. Nunca es suficiente.
Nada, porque nada es real. Nada que salga de tu mente puede ser real, todo es una mentira; todo está calculado y es una fría e insulsa mentira. Tu mente está enferma, tu sentido de la realidad es un delirio en alta definición.
Todo es una mentira, nada es real. Pero todas las mentiras hacen que tu realidad sea tuya y no la de nadie más. Es por eso que tu mentira es tu realidad, porque vivís en ella y ella vive de vos.
Todos los nudos están en tu cabeza, no en tu cuello. Sin embargo aprietan tu garganta con una violencia sobrehumana que no te deja respirar.
Mentir es crear, crear a partir de la realidad.Mi realidad se acaba de derrumbar, ¿qué puedo crear? ¿Una pared en blanco que represente mi vació, un cielo gris para gráficar mi desdicha...? Pero aún así no se podría representar la nada. Y esa nada es el todo que tengo atrapado en mi garganta. Esa nada es mi nudo. Esa nada es mi mentira, mi creación.