sábado, 26 de mayo de 2012

Podrán cortar las flores

pero no detendrán la primavera.

[Pablo Neruda]

viernes, 25 de mayo de 2012

Pensamientos que sobrevuelan mi cabeza.

Le temo a la inmensidad del universo, porque me hace sentir insignificante. Le temo a lo inevitable, porque no puedo controlarlo. También le temo a las alturas y desearía tener alas para combatirla.
Pero...¿De qué sirven las alas si tenes miedo de echarte a volar?



Es que tengo miedo, miedo de la libertad. Estuve tantos años buscándola, tratado de conseguirla, pero es que nunca había comprendido lo que implicaba. Es como volar, uno puede ir tan alto como deseé, pero el riesgo de caer siempre esta. Y yo no me siento preparada para soportar esa posibilidad.
Libertad es responsabilidad, es tomar una decisión y aferrarse a las consecuencias. Libertad es amar. Y el amor nos puede dar todo lo que siempre soñamos, y con la misma facilidad arrebatárnoslo, como si nunca nos hubiera pertenecido realmente. ¿Nos pertenece el amor o la libertad? No, nosotros le pertenecemos a ellos. Y entonces ¿depende de nosotros, o nosotros dependemos de ellos? No lo sé, y temo saberlo.
Para saber hay que experimentar, y una vez que ese hecho se consuma, ya no hay vuelta atrás. En el sentido de que el estado anterior al de la experimentación no se recupera jamás; lo que se aprende, aprendido esta. No se pueden borrar los pensamientos como si fueran garabatos plasmados en la arena, que las olas se llevan hacia el mar al cabo de unos instantes.
Pero los miedos si se pueden esfumar, si tenes las suficientes agallas como para arriesgarte a enfrentarlos cara a cara. Pero eso me asusta. como tantas otras cosas, pero más que a todo, le temo a la efímera eternidad de las consecuencias.