sábado, 24 de noviembre de 2012

Septiembre.

Estoy llena de cosas para decir y ningún sentimiento para mostrar
Nada nuevo pasa por mi mente, nada nuevo pasa por tus ojos; nos estamos haciendo cada vez más viejos. El tiempo pasa y nunca nos damos cuenta hasta que es demasiado tarde. El cambio es inevitable y a veces imperceptible, sólo podemos notarlo cuando es demasiado tarde.
Cuando miro a tus ojos puedo ver como la tristeza del día a día te consume, hasta acostumbrarme a tu miseria. No podría dejar de mirarte, tengo miedo de hacerlo y no tener otra opción que notar tu brusco cambio el día que finalmente estés a mi lado ¿Cómo soportar saber la verdad? Prefiero acostumbrarme a la mentira poco a poco que tener que tragarla de un mordisco.
Estoy dispuesta a abrir los ojos pero todavía no estoy lista para mirar. Me da miedo que la luz me ciegue por completo.

Tengo un par de secretos para enterrar y otro tanto de silencios que develar.