martes, 11 de diciembre de 2012

Miss

Extraño tu sonrisa cálida y sincera ante comentarios sin-sentido, extraño tu manera peculiar de analizar el mundo a través de una mirada cristalina, ingenua y precisamente desconfiada; pero por sobre todas las cosas extraño el Sol en nuestras caras, mientras caminábamos sin rumbo, y a la luna sobre en nuestros ojos, que reflejaban la más pura felicidad.
La siniestra e implacable manera con la cuál opacabámos la realidad que destellaba en nuestras caras, creando una mentira tan perfecta que nadie más que nosotros podíamos ser parte de ella. Una mentira en base a suposiciones, a amores inconcebibles, a dolores propios de la adolescencia, y a sueños de los cuales no tuvimos otra que despertar.



Sé que ya no pertenecemos al mismo mundo, soy parte de un pasado que quemaste hace un tiempo.. quemaste mi recuerdo, y yo no me dí cuenta hasta que fui reducida a cenizas. Quemaste mi cabeza, y yo no me dí cuenta hasta que eran las 3 am y estaba llorando por suposiciones y lecturas entre líneas; y ya era demasiado tarde para pedir "perdón".
Siento una culpa que corta como si fuera un filoso cristal  que presiona mi cuello y me deja desangrar. Siento una culpa que me arrastra hasta donde nunca quise llegar, el final.