La piel que me envuelve, que se desgarra ante descuidos, que se regenera, que tiene marcas y huellas, que evidencia mi existir.
Algún día mi piel decaerá, algún día alimentara insectos o se asará hasta reducirse a cenizas.
Algunos días desearía que llegase ese día.
Algunos otros me atormenta pensarlo.
Seguramente ese día llegará sin anunciarse.
Y Quizás quien en algún momento, de lo que yo ahora considero futuro, lea estas palabras se preguntará quién fui y cómo acabo aquí. En ese caso seguramente sentirá la misma frustración que yo siento cuando veo películas del festival de cine con un final abierto.
Sí, todo para decir eso: que vi una película y no me gusto el final.
Dramática me podrán decir.
Seguro hay gente que sucumbió a sus deseos de culminar su vida por menos.
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