¿Y a dónde quiero llegar? No sé, nunca la sabré. Tal vez, quizás, el tiempo lo dirá pero no estoy segura si estaré dispuesta a escuchar.
Es tarde, es temprano. Es todo y es nada.
Pesa, pero no lastima... aún ¿Es el pasado? ¿Es el futuro? Son las dos cosas; la eterna incertidumbre del presente. Es el incomodo momento en el cual mi cerebro deja de razonar y le da lugar a que los sentimientos me guíen; no me quiero dejar llevar.
Todo puede desvanecerse en mi piel.
Todo puede salir mal, todo puede salir bien.
No sé, no lo quiero saber pero estoy condenada.
Pues en mí las dudas crecen y yo, yo necesito saber.
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